Conocí a Nicolás hace un año aproximadamente. Trabajamos juntos para un período muy, pero muy corto pero sufieciente para darme cuenta que él no es de España, como pensaba la principio, sino de Argentina, que tiene una actitud especial a la lectura y a la escritura, y que en Sofía echa de menos la yerba mate. Le invité a formar parte de ese blog sin haberlo creado siquiera pero Nico dijo que sí sin duda alguna, aun sin tener la idea cómo iba a quedar todo. Conseguimos conversar tomando la yerba mate después de varios cambios en los planes, y no antes de conseguir la calabaza y bombilla más auténticas en Sofía. Realizamos el encuentro justo antes de que él se vaya a vivir a Bruselas. Algo me dice que volveré a verlo por aquí ya que para todo ese tiempo me quedé con la sensación que a Nico le gustó mucho la vida en Sofía.
Hola Nico, sé que eres de Argentina, pero no sé de qué ciudad eres. Cuéntame algo sobre la ciudad de tu infancia, ¿cómo vivías?, ¿a qué jugabais los niños allí?
Soy de Buenos Aires, específicamente de una zona que se llama Los Cardales, en las afueras de la ciudad. Una zona muy verde y tranquila. Desde los 13 años vivo en España. Volver a Buenos Aires fue como volver a una tierra conocida pero con una enorme necesidad de explorar. Buenos Aires es una ciudad vibrante que nunca para y sigue viva a pesar de todos sus vaivenes económicos y políticos. Recuerdo una infancia feliz, llena de viajes e historias. Muchas de ellas inevitablemente se centran en el colegio, donde pasaba la mayor parte de la semana.
Tu infancia
- Huele a… hierba, mojada, seca, cortada.
- Tiene el sabor de las comidas que preparaba mi abuela.
- Es de color… verde, el verde de Buenos Aires.
Puedes compartir conmigo algo que te ha conmovido mucho en los años de tu juventud.
En la misma línea que el resto de preguntas, creo que una de las cosas que más me marcaron en muchos sentidos fue emigrar. Dejar Argentina y empezar una nueva vida con mi familia en España. Si bien hay momentos más felices y otros no tanto, lo que más me marcó es saber lo afortunado que uno es pudiendo tener un pasaporte y la posibilidad de comprar un billete de avión, por ejemplo, y abandonar tu país. Muchos factores pueden influir positiva o negativamente, pero sigues siendo afortunado en el hecho de poder decidir tu futuro. Lamentablemente hay gente no tiene esa suerte y lo vemos en la prensa a diario.
¿Qué es lo que más echas de menos de tu país?
Como comentaba antes, desde que tengo 13 años viví fuera de Buenos Aires, y siempre que estoy ahí pienso que me habría gustado explorar la ciudad en diferentes etapas de mi vida, o al menos camino por esas enormes avenidas e imagino cómo habría sido mi vida ahí. Sin duda lo que más echo de menos son los momentos familiares cotidianos como la comida de mi abuela, y en especial la mermelada de quinoto, una fruta original de China que tiene la forma de una naranja pero de poco tamaño y con un sabor muy característico.
¿Qué es lo que te hace sentirte orgulloso de ser argentino?
Creo que es un país que en momentos ha tenido mucho, en otros no ha tenido nada, pero siempre ha retenido talento en muchísimos ámbitos: arte, música, literatura, teatro, arquitectura, cine, deportes, investigación. Muchos dicen que es una cuestión de actitud y posiblemente así lo sea.
Cuéntame alguna leyenda o cuento / superstición de tu tierra.
La historia-leyenda que siempre recuerdo es sobre uno de los edificios más bonitos de Buenos Aires, el edificio Kavanagh. Es un edificio de los años 30 llegando a ser uno de los más altos de América Latina.
Todo empieza con la relación entre Corina Kavanagh, de familia adinerada pero no perteneciente a la ‘nobleza’ argentina, y uno de los hijos de la familia Anchorena, pertenecientes a la nobleza “criolla”, hijos de españoles. Los Anchorena no permitieron dicha relación.
A su vez, los Anchorena vivían en un palacio en la zona de Retiro frente a la Iglesia del Santísimo Sacramento, que pidieron construir como sepulcro familiar. Un detalle a tener en cuenta: el Palacio de los Anchorena y la Iglesia estaban separados por un amplio solar, por lo que tenían unas excelentes vistas desde el palacio.
Dolida por la oposición a la relación, Corina quiso vengarse construyendo un edificio en dicho solar. Se dice que el único requisito que pidió a los arquitectos fue que el edificio tapara la iglesia de los Anchorena. El edificio se construyó en tan sólo 10 meses, mientras la madre de los Anchorena estaba de viaje en Europa.
Desde su construcción, la única forma posible de ver la Iglesia de frente es si estás situado en un pasaje que se llama Corina Kavanagh. Así es como dicen que la madre de los Kavanagh se vengó.
Para la gente, Argentina es sinónimo de la literatura, el teatro y el tango, por supuesto. ¿Estás de acuerdo con ese tópico? ¿Tú con qué arte te identificas?
Totalmente. Es algo que nos identifica y que mantenemos. Hay muchísimos artistas que hacen cosas maravillosas con muy poco, y es fácil encontrarlo explorando Buenos Aires. Me identifico más con los maravillosos y tan variados escritores que tenemos: Bioy Casares, Ernesto Sábato, Julio Cortázar, Borges, Alejandra Pizarnik, entre tantos.
Dime 5 nombres que son referentes de la cultura argentina según tu punto de vista.
Astor Piazzolla. Compositor y bandoneonista. Su “música contemporánea de Buenos Aires” me acompañó durante todos estos años, especialmente los discos El Tanto (con algunas letras de Jorge Luis Borges) y su famoso Buenos Aires Hora Cero.
Borges. Escritor mundialmente conocido. Fervor de Buenos Aires, relacionada con Buenos Aires, con sus personajes, sus calles y sus características.
Mercedes Sosa. La mayor exponente del folklore argentino y de la música popular de Latinoamérica a nivel mundial. Fue perseguida por la Dictadura argentina por sus ideas políticas y tuvo que exiliarse en Europa.
Julio Cortázar. Escritor argentino, aunque nació en Bélgica. Sus novelas son mágicas.
Carlos Gardel. Representante indiscutible del tango que siempre se ha mantenido y se mantendrá como una de las músicas típicas de Argentina.
Si alguien puede estar solo un par de horas en Buenos Aires, ¿qué le recomendarías hacer para sentir el espíritu auténtico de la ciudad?
Buenos Aires es una ciudad enorme. Si tuviera que hacer una única recomendación para un par de horas, sería perderse por uno de los barrios más bonitos y bohemios de la ciudad: San Telmo. Es uno de los barrios más antiguos residenciales de Buenos Aires y por ahí pasaron desde los primeros inmigrantes que llegaban a la ciudad hasta artistas consolidados. Creo que explorando sus calles, su arquitectura y estudios artesanos es una de las mejores formas de ver un panorama real de la cultura argentina.
Tu plato/producto favorito es…
El producto principal de la cocina argentina es la carne. Asimismo, hay una variedad y riqueza culinaria muy grande ya que es un país extenso con muchas diferencias geográficas. Si tuviera que elegir algo, entre muchas cosas, elegiría las empanadas de carne, que a su vez recogen diferentes especialidades por origen, dependiendo dónde estés en Argentina.
¿Cómo llegaste a Bulgaria?
Llegué a Bulgaria en agosto de 2014 para hacer unas prácticas en un centro de investigación en Sofía. Inicialmente iba a quedarme sólo 2 meses, pero por diferentes motivos mi estancia se extendió a un año.
¿Por qué te quedaste a vivir aquí?
Como decía antes llegué a Bulgaria para realizar unas prácticas en un prestigioso centro de investigación, más tarde tuve la posibilidad de hacer unas prácticas similares en la Embajada de España en Sofía. Quería experimentar todas las estaciones del año en esta ciudad.
¿Cómo ves tu vida en 5 años?
Vivir en Bulgaria y haber viajado por el Sudeste de Europa durante este año me ayudó a descubrir una región maravillosa. No sé realmente como veo mi vida en 5 años, pero no me parecería algo muy extraño que sea en alguna parte de esta región.
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